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Raíces

Mirar con transparencia al entorno inmediato permite a Martha Jiménez Pérez constatar la permanencia de auténticos rasgos de cubanía en el cotidiano andar de las féminas, al tiempo que redescubre genuinas posturas de sus ancestros latentes en la contemporaneidad. Fruto de esa aguda y sutil mirada aparece una amplia producción artística de la que Raíces es una pequeñísima, pero sustanciosa muestra.

El observador encontrará aquí el leitmotiv del quehacer de Martha, ese noble empeño de encontrar —y encontrarse— desde el ámbito cultural, perspectivas desde las cuales estilo o modo de asumir la realidad deviene sello de un territorio tan extenso como amplio puede ser el viaje de ida y vuelta de quienes le habitan. Así, los signos identitarios que se erigen en referentes de la poética de la autora de estas piezas desbordan los límites físicos de lo local, de la patria chica y la insularidad del archipiélago cubano, para irremediablemente entroncar con la esencia latina que sorprende a occidente; e incluso, con el presupuesto inherentes a la condición humana en cualquier latitud del mundo si en términos antropológicos aceptamos cuánto de vital existe en cada uno de elementos que afloran en cada obra. Voluptuosidad es aquí, por más paradójico que pueda parecer, servida feminidad y sensualidad inspirada; de ahí que en cada imagen la mujer resulte imperiosamente digna y halagadora.

Es múltiple el orgullo de mujer latente en cada una de las escenas o anécdotas de la muestra: loable postura al asumir con moderación El reto, tierna ante Cuarto menguante, segura en Conjuro del pez, angelical en Ascensión y universal en Paisaje. Mas no por ello es etérea la mujer que habita en los lienzos y el barro; es, por el contrario, hermosamente terrenal en la Ofrenda de la colmenera y en la dulce Papaya de “A la deriva”. No existen alternativas, arrime usted el sabroso Taburete o, si lo prefiere, opte por la comadrita, déjese seducir y haga uso del tiempo necesario para penetrar en los intersticios de una válida propuesta estética, la de Raíces.

Por: Marcos Tamames Henderson.
Investigador y crítico de arte.